Ubicado al lado este del aeropuerto de Ayacucho. El Santuario de la Memoria “La Hoyada” alberga los restos humanos de decenas de víctimas torturadas y asesinadas por las fuerzas armadas del Cuartel “Los Cabitos”, durante el conflicto armado interno de 1980 – 2000.
En el 2008 a pedido de ANFASEP se realiaròn excavaciones para emprender la bùsqueda e identificaciòn de las personas desaparecidas, poco despuès se logrò encontrar 109 restos òseos que comprobaron las violaciones a los derechos humanos suscitadas en este espacio.
A partir de ese entonces se comenzò con el proceso de crear un espacio de memoria para el Perù; es asì que, se comenzò con el proceso para la construcciòn del Santuario de la Memoria de “La Hoyada”, enfocado como un espacio dedicado a conmemorar a las vìctimas de CAI 1980 – 2000.
Un espacio desde donde se va consolidando a partir de eventos participativos que involucran a las organizaciones de las víctimas y de los derechos humanos, como asociación a la sociedad civil en general y los funcionarios de todos los niveles del gobierno.
Actualmente, el Gobierno Regional de Ayacucho es el titular de este espacio; sin embargo, ANFASEP viene velando permanentemente por el bienestar de este lugar, considerado un espacio para rendir homenaje, reconocimiento y dignificación a sus seres queridos, víctimas de la violencia.
Cruz de la Paz
Uno de los hechos más significativos y que puso freno a las invasiones fue precisamente la colocación de una inmensa cruz denominada “La Cruz de La Hoyada”, símbolo de lucha de las madres de ANFASEP, pues ellas iniciaron sus luchas portando una cruz de madera. Se suma a ello la presencia del Presidente del Congreso, del Ministro de Agricultura, del Defensor del Pueblo, del Ministro de Justicia entre otras importantes autoridades que estuvieron en el Santuario de la Hoyada en diversas ceremonias que se desarrollaron.
Objetivos
Conservar y proteger el escenario natural y actual donde se instalaron los cementerios clandestinos del Cuartel “Los Cabitos”.
Conservar las estructuras internas y externas del horno, tanque de combustible, cables de alimentación y otras instalaciones.
Promover el Santuario como un centro de memoria acerca de las violaciones a los derechos humanos ocurridas en Ayacucho y el Perú.
Generar que el Santuario sea un espacio público de cultura viva para la reconciliación entre peruanos, así como para la reflexión sobre un futuro en el que no se repitan episodios como el del Conflicto Interno.
Propiciar el equilibrio entre la edificación y el entorno natural del lugar.
Tener como ejes transversales elementos que vinculen el Santuario con el idioma quechua, la cosmovisión andina y la cultura ayacuchana tradicional y contemporánea.
Institucionalizar el Santuario como un eje articulador entre las diversas instituciones de la Sociedad Civil y el Estado preocupadas en los temas de Reconciliación y Derechos Humanos.